Cuando hablamos de masas podemos pensar en tortas, piononos, budines, panes, masas de strudel, masa filo, brioche, galletas, tartas, fideos… en fin, una inmensa variedad de preparaciones cuya base es la mezcla de harina y agua. El agua puede provenir de la canilla, del huevo, de la leche, pero la estructura principal, la textura, está sustentada por la forma que disponemos y organizamos el encuentro entre el agua y la harina.
Desde tiempos inmemoriales se han elaborados en el mundo panes de todo tipo, comenzando por los panes sin levadura que aún hoy se siguen preparando, como el chapati típico de la gastronomía de la india o el matzá, pan ácimo que se prepara para conmemorar la partida de los judíos desde Egipto hacia Israel.
Si pensamos en el pan que está en nuestra mesa todos los días no resulta difícil imaginar que esa maravilla esponjosa, deliciosa y aromática sea simplemente el resultado de combinar de una determinada manera harina, agua, levadura y un poquito de sal. Sin embargo así es. Todos y cada uno de los panes tienen la misma base y los mismos ingredientes pero, eso sí, preparados con ligeras diferencias.
“Manual de gastronomía molecular” de Mariana Koppmann
Hoy te recomiendo una receta para pan de campo
Bruschettas de salmón ahumado
Ingredientes Para 6 personas
1 Pan de campo
2 dientes de ajo
Aceite de oliva extra virgen
Sal de mar gruesa
Salmón ahumado de excelente de calidad
Queso blanco con hierbas
Procedimiento
Cortar el pan en rebanadas de 1 cm de espesor. En una bífera, grill o parilla, bien caliente, dorarlo de ambos lados ( idealmente deben quedar marcadas las rayas de la plancha). De inmediato, frotar las bruschettas con el ajo fresco y rociarlas con aceite de oliva y sal gruesa.
Y ahora sí, colocar en cada bruschetta una buena cucharada de queso blanco con hierbas y por ultimo fetas de salmón ahumado. Hay, por supuesto, buenas posibilidades para variación; se pueden hacer con cualquier otro fiambre , especialmente con jamón crudo o mortadela.
"Mi primer libro de recetas "Juliana López May